Crónica: De la escuela rural en Colombia al medio virtual universitario en La Salle
La tarde en la que Calixto Rengifo ingresó a su primer curso virtual se sintió tan confundido y abrumado, que pensó en ese mismo instante que el programa de licenciatura virtual no era lo suyo. Había soñado con acceder a una carrera universitaria; su proyecto profesional estaba ante sus ojos pero no sabía qué debía hacer. Es sencillo, decían “ingresa con sus credenciales, revisa los contenidos de las unidades, accede a los encuentros virtuales sincrónicos, realiza las actividades, participa en los foros…” un paso a paso que venía escuchando hace algún tiempo, pero que no podía poner en práctica.
Calixto no estaba solo, como él, muchos estudiantes se encontraban en la misma encrucijada, un dilema entre el querer hacer y el poder hacer. Querían leer, escuchar, debatir, aprender y comunicar, pero no sabían cómo hacerlo, no podían, se enfrentaban a dos retos distintos. ¿Cuál era el impedimento para que Calixto y sus demás compañeros pudieran cursar un programa universitario virtual de manera normal?
El primer reto que enfrentan los estudiantes virtuales es el cambio de chip, es decir, cambiar la manera en que se aprende. Usualmente, los estudiantes que asumen por primera vez un programa universitario virtual de pregrado o posgrado, enfrentan el mismo reto. Lo anterior debido a que la gran mayoría proviene de un ambiente de aprendizaje convencional que venimos perfeccionando por años. La característica principal de este medio de aprendizaje convencional es que siempre contamos con personas que guían nuestro proceso de aprendizaje: docentes, directivos, compañeros, padres y madres de familia, entre otros. Ahora, en el medio virtual, ¿quién nos acompaña en este proceso?
El segundo reto consiste en el manejo de las plataformas y herramientas digitales para el aprendizaje. En ocasiones se asume que el estudiante que se matricula en un programa virtual cuenta con experticia en el manejo de plataformas de aprendizaje. La realidad es otra, para muchos es la primera vez que enfrentan un proceso de aprendizaje mediado por plataformas virtuales. El reto ahora es entrenar unas habilidades específicas para sacar el máximo provecho de esta plataforma.
Según datos del SNIES (Sistema Nacional de Información de Educación Superior en Colombia), los retos que se mencionan anteriormente los han asumido cerca de 466.000 estudiantes virtuales y a distancia que, al finalizar el 2023, estaban matriculados en Colombia.
Retomando la historia de Calixto Rengifo, quien ahora cursa de manera exitosa sus últimos semestres de carrera profesional, uno de los principales factores que promovieron su adaptación al medio virtual, fue el proceso de acompañamiento y tutorización. Los tutores o gestores en los programas virtuales cumplen una función de acompañamiento académico-pedagógico. Esto significa que asisten a los estudiantes en su proceso de adaptación.
El papel del tutor no consiste únicamente en proveer respuestas, por el contrario, se enfoca en instruir al estudiante virtual en el manejo de la plataforma virtual y en la modificación de maneras de pensar y actuar como estudiantes virtuales. Los clics en la plataforma son casi intuitivos para el estudiante virtual, quien gradualmente aprende por cuenta propia cómo manejar este sistema. Sin embargo, adoptar un nuevo chip que modifique la percepción que se tiene sobre el aprendizaje autónomo, resulta mucho más sencilla cuando se cuenta con el acompañamiento de un profesional.
En el proceso de acompañamiento exclusivo por parte de gestores es donde radica en parte el éxito de la adaptación de los estudiantes virtuales y a distancia de la Universidad de La Salle. Muchos estudiantes han sido o se identifican con la figura de nuestro compañero Calixto; al igual que él, ellos y ellas han contado con el acompañamiento del equipo de gestores de bienestar y permanencia de la Universidad de La Salle. En caso que requieras acompañamiento por las razones expuestas o por alguna otra razón, no dudes en contactar al gestor de tu programa.
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