La comunicación familiar es un aspecto fundamental que influye directamente en la calidad de las relaciones entre sus miembros y en la dinámica de cada sistema familiar. Está presente en el día a día y, muchas veces, pasa desapercibida debido a lo arraigada que está en nuestra cotidianidad. Sin darnos cuenta, a veces no somos conscientes de cómo nos estamos expresando.
Es probable que alguna vez hayas escuchado o incluso dicho: "No es lo que me dijo, sino el tono que usó". Y es que la comunicación no solo se compone de palabras; está acompañada por el lenguaje no verbal: gestos, expresiones faciales y lenguaje corporal. Detrás de todo esto están las emociones, que no solo influyen en cómo nos comunicamos, sino también en cómo los demás perciben e interpretan nuestros mensajes. Por esta razón, lo que decimos no siempre es comprendido como lo esperamos, lo que puede llevar a comentarios como: "Nadie me entiende", "En mi familia no me comprenden" o "Es más fácil hablar con mis amigos".
Para mejorar la comunicación en la familia, es importante adoptar un enfoque consciente. Aquí algunos elementos clave que debes tener en cuenta:
- Identifica la emoción detrás de tu mensaje: Reflexiona sobre el sentimiento que acompaña lo que vas a decir, así como el momento, el lugar y la persona con quien te estás comunicando.
- Elige cuidadosamente tus palabras: Usa un lenguaje respetuoso y positivo, lo que ayudará a reforzar las relaciones familiares y evitar el daño emocional que puede causar un lenguaje negativo o despectivo.
- Utiliza frases en primera persona: En lugar de frases que acusen como "tú haces esto", intenta comunicarte desde tu experiencia personal. Esto reduce la confrontación y promueve una comunicación más empática y constructiva.
- Sé claro y honesto: Expresar con sinceridad tus emociones y pensamientos no solo facilita la comprensión mutua, sino que también previene malentendidos y conflictos.
- Fomenta un ambiente de confianza: Haz que todos se sientan cómodos para compartir sus ideas y pensamientos sin temor a ser juzgados. Preguntas abiertas que inviten a la reflexión y el diálogo pueden ser útiles.
- Demuestra interés genuino: Escuchar activamente y responder de manera reflexiva y empática muestra que valoras lo que tus familiares están diciendo, fortaleciendo el vínculo emocional.
Como hemos visto, la comunicación en la familia es esencial para fortalecer los lazos afectivos. Adoptar un enfoque consciente permite construir relaciones más saludables y satisfactorias. Por lo tanto, es importante evaluar constantemente cómo nos estamos comunicando en el hogar y hacer los ajustes necesarios para mejorar esta dinámica tan vital.
En la Universidad de La Salle, desde el área de Trabajo Social de la Dirección de Bienestar y Vida Universitaria, hemos desarrollado un recurso interactivo para ayudarte a identificar los diferentes tipos de comunicación que se dan en el entorno familiar. Aprende más sobre este tema tan importante para ser más consciente de lo que pasa a tu alrededor.
