En las últimas horas, los bombardeos de las fuerzas de Israel en el sur del Líbano, donde opera el grupo armado chiita Hezbolá, han dejado más de 550 muertos y 1.830 heridos, según informó el Ministerio de Salud libanés.
Con los días aumenta progresivamente el temor de que se desate una guerra total en el Medio Oriente, mientras miles de civiles abandonan sus hogares por temor a nuevos ataques.
¿Qué es lo que está ocurriendo? Lo conversamos con César Niño, experto en seguridad internacional y profesor del programa de Negocios y Relaciones Internacionales de la Facultad de Economía, Empresa y Desarrollo Sostenible de la Universidad de La Salle.
Origen del conflicto
El conflicto en Medio Oriente es un fenómeno de larga data que se remonta a la creación del Estado de Israel en 1948. Esta creación, que surgió en un contexto de persecución histórica del pueblo judío, fue vista por los pueblos árabes como una invasión y una usurpación de tierras. Desde entonces, la región ha estado marcada por tensiones entre israelíes y palestinos, así como con otros países árabes.
El conflicto entre el Líbano e Israel se originó en los años 70 y estuvo marcado por incursiones militares israelíes que dejaron miles de civiles muertos. La situación escaló en 1982 que resultó en el control israelí de Beirut y la creación de Hezbolá.
“Este es un grupo armado lo suficientemente activo para repeler las fuerzas israelíes. Estamos hablando de un combate de guerra irregular casi que de cuarta generación; es decir, todas las formas de guerra híbrida, la combinación y articulación de métodos convencionales y no convencionales en las guerras: lo prohibido con lo ilegal, lo prohibido con lo permitido, todas las formas de lucha entre lo oficial, lo convencional y lo no convencional”, explica el profesor Niño.
Ante el avance de Hezbolá, en el 2000 Israel se repliega del territorio libanés, pero las tensiones se intensifican y llegan en un nuevo estallido de violencia en el 2006. Desde entonces, el clima de confrontación entre ambos países ha permanecido constante.
Principales actores
- Israel: Fundado en 1948, Israel es visto como un enclave occidental en medio de un vecindario mayoritariamente árabe. Su existencia ha sido cuestionada por varios países y grupos palestinos que lo consideran un estado ilegítimo. “Quieren mantener la no intervención en los asuntos judíos y las potencias como Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania son sus principales aliados”, resalta Niño.
- Irán: Actúa como un actor clave en la región, promoviendo su influencia a través del apoyo a grupos no estatales como Hezbolá y Hamas. Desde la Revolución Islámica, Irán ha adoptado una postura de hostilidad hacia Israel.
- Hezbolá: Conocido como el "Partido de Dios", este grupo chií, considerado terrorista, tiene vínculos estrechos con Irán y se ha posicionado como un importante defensor de la resistencia contra Israel. Según el profesor Niño, “Hezbolá representa un brazo armado tan poderoso que supera las fuerzas militares del propio ejército libanés”.
- Hamás: Este grupo Suní, considerado terrorista, controla la Franja de Gaza y ha sido un actor fundamental en la resistencia palestina. Su ideología islamista lo ha llevado a oponerse de manera activa a la existencia de Israel. “Gaza es de Palestina, pero Palestina no es Hamás. Los palestinos no son Hamás”, aclara el profesor
Ambos grupos, aunque pertenecen a corrientes diferentes del Islam (chií y suní), comparten un objetivo común: la eliminación de Israel.
Las razones de esta nueva escalada en el Medio Oriente
El 7 de octubre de 2023, combatientes de Hamás se infiltraron desde la Franja de Gaza y perpetraron un sangriento ataque en el sur de Israel. En respuesta a ese ataque, Israel prometió "aplastar y destruir a Hamás" para que dejara de representar una amenaza, lanzando una operación militar a gran escala en Gaza que ha dejado más de 33.000 fallecidos, según el Ministerio de Salud de ese territorio palestino.
“Podríamos empezar a entender esa respuesta como un acto tal vez desproporcionado de Israel sobre la Franja de Gaza. Los menores de edad han sido la mayoría de las víctimas por parte de la ofensiva de Israel y esto no ha significado una derrota estratégica ni para Hezvolá, ni para Hamás”, explica el profesor.
Para él, la reciente escalada del conflicto puede ser atribuida a varios factores interrelacionados como por ejemplo la crisis de gobernabilidad en Israel: “Estamos en transiciones políticas, una crisis en el gabinete del gobierno de Benjamin Netanyahu por el manejo de la guerra, las respuestas de Irán, la reafirmación del poder de Erdogan en Turquía, la crisis humanitaria en Yemen y hasta las elecciones en Estados Unidos“.
¿Qué sigue?
La situación actual en Medio Oriente es un rompecabezas complejo, donde las tensiones son alimentadas por un entramado de intereses políticos, económicos, religiosos y sociales. Como afirma el profesor Niño, “los enfrentamientos van a continuar y solo se detendrán cuando se construya una mesa de negociación, lo cual veo bastante lejos en el panorama actual”.
Este conflicto no solo afecta a las naciones involucradas, sino que tiene repercusiones globales que deben ser comprendidas y analizadas por nuestra comunidad universitaria. Es crucial fomentar el diálogo y la comprensión para abordar este tema tan delicado y su impacto en el mundo contemporáneo.
