La toma del poder por parte de los talibanes en Afganistán ha sido uno de los eventos más controversiales en las últimas semanas esto por las diversas leyes que este régimen impone, particularmente a las mujeres.
Si bien es cierto que las comunidades religiosas que se alojan en esta parte del mundo tienen unas normas sociales y culturales muy distintas a las de occidente, se está temiendo que con la llegada al poder de los talibanes en este país se pueda generar un retroceso histórico en el proceso de legitimización de los derechos humanos que se ha llevado en los últimos 20 años.
Frente a este escenario, dialogamos con Suelen Emilia Castiblanco, docente de la Facultad de Economía, Empresa y Desarrollo Sostenible, sobre las implicaciones en términos de derechos y libertades para las mujeres afganas, “la situación en estos momentos es de miedo debido a que todos los logros en función de reconocer a la mujer como un individuo con derechos y libertades se está viendo troncado por la imposición de la Ley Sharia por parte de este régimen. Algunas de las comunicaciones que llegan de esta zona relatan que los talibanes están exigiendo que las mujeres se casen con los militantes como muestra de gozo y agradecimiento por su retorno al poder. Con esto se evidencia que su interés, más allá de ser político, implica que las mujeres sean borradas de la historia y vuelvan a estar alejadas del público y de muchas garantías que habían sido recuperadas durante la invasión de Estados Unidos a este país”, explica.
Juzgar con los ojos de la cultura de occidente no sería justo en el contexto que viven los afganos según lo que nos expone la docente Castiblanco, “aquí lo realmente importante y valioso es generar un análisis sobre cómo unas costumbres sociales, culturales y religiosas pueden estar encima de los derechos básicos universales de cualquier ser humano, como el derecho al libre movimiento”.
Por lo anterior, es imperante que más allá de obligar a una comunidad a tomar rasgos o costumbres que no son parte de su historia y proceso, es necesario dar la posibilidad a las mujeres de decidir sobre lo que quieren hacer y cómo lo van hacer. La decisión y de elegir debe de ser necesario en una comunidad que ha obligado a las mujeres a aislarse y ocultarse de un mundo que está en constante movimiento y cambio.
